Anubis Dios de los muertos
Anubis Con cabeza de chacal, Anubis sostiene el último juicio sobre los muertos, midiendo cada corazón contra el peso de la verdad.
Neftis, esposa de Set (el Dios de la Oscuridad), deseaba un hijo, pero su marido era estéril, por lo que Neftis se disfrazó de Isis, la esposa del hermano de Set, Osiris, y lo sedujo. De esa unión, nació Anubis. Osiris se preocupaba por Anubis como si fuera su hijo, pero cuando Osiris fue asesinado por su malvado hermano, Set, Anubis embalsamó a su padre adoptivo y momificó el cadáver para que no se pudriera. Esta preservación se transmitió a los creyentes, por lo que si era lo suficientemente bueno para los dioses, también sería suficientemente bueno para el hombre.
Nadie entra en el abismo del infierno sin haber sido analizado antes por Anubis. Cuando se conservan cadáveres, él es el embalsamador. Cuando llega el momento de la sentencia, él es el árbitro final. En su reino, él mantiene las balanzas legendarias. Por un lado, el enorme peso de Ma’at (la verdad y el orden). En el otro lado de la balanza, coloca el corazón de la persona fallecida. En caso de que el peso de Ma’at sea infinitamente más grande que el del corazón, Anubis echa el alma profundamente en la oscuridad del inframundo, donde se olvida, para que no vuelva a nacer nunca más.
Neftis, esposa de Set (el Dios de la Oscuridad), deseaba un hijo, pero su marido era estéril, por lo que Neftis se disfrazó de Isis, la esposa del hermano de Set, Osiris, y lo sedujo. De esa unión, nació Anubis. Osiris se preocupaba por Anubis como si fuera su hijo, pero cuando Osiris fue asesinado por su malvado hermano, Set, Anubis embalsamó a su padre adoptivo y momificó el cadáver para que no se pudriera. Esta preservación se transmitió a los creyentes, por lo que si era lo suficientemente bueno para los dioses, también sería suficientemente bueno para el hombre.
Nadie entra en el abismo del infierno sin haber sido analizado antes por Anubis. Cuando se conservan cadáveres, él es el embalsamador. Cuando llega el momento de la sentencia, él es el árbitro final. En su reino, él mantiene las balanzas legendarias. Por un lado, el enorme peso de Ma’at (la verdad y el orden). En el otro lado de la balanza, coloca el corazón de la persona fallecida. En caso de que el peso de Ma’at sea infinitamente más grande que el del corazón, Anubis echa el alma profundamente en la oscuridad del inframundo, donde se olvida, para que no vuelva a nacer nunca más.
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